viernes, 18 de julio de 2008

Las manchas se borran fácilmente


I


Las manchas se borran fácilmente

Lo que no se extingue del residuo,
se lo come el tiempo
su transcurrir,
su transitar;
casi estático…
casi sublime.

Lo que no se borra
se tapa con pintura;
se lava con peróxido;
unos audífonos, si no se quiere escuchar…
La idea no es evadirse,
es estar consiente de su existencia
y esperar a que se desvanezca
el asunto de la mancha en la alfombra -si así se prefiere mejor entender-

O limpiarla,
en el mejor de los casos.

II



A todas estas,
las manchas
tienen grados de intensidad:
Las que se borran con tan solo un soplo.
Con agua, otras se esfuman.
Las que necesitan arena para exfoliar sus cicatrices.
Y las más sutiles, las que no se borran fácilmente:
Las manchas de luz y de sombra.
En estos casos, ni se pretenda tapar al sol con uno
ni dos dedos
y ni use linterna tampoco
Deje que la vista se acostumbre a la penumbra y el brillo
Y bórrela -a la mancha-, mentalmente.
Si se entretiene con las siluetas,
entonces estudie a la mancha.
Si se llegase a reconocer el patrón, en su justo momento
se podrá mover al sol con uno
o dos dedos;
y ya de seguro, la penumbra o la luz
no serán problema.

1 comentario:

Angélica dijo...

Me pareció mordazmente inteligente este poema, Mastro.

Todo lo que puede hacer y decir de uno, una mancha.

Felicitaciones por este trabajo.

A