miércoles, 19 de septiembre de 2012

En tu claustro.



Tu labio es como una palabra
 que se esconde en el suspiro
                                        de tu claustro,
como disculpándose, siempre
diciéndole a una sombra
su verdad.                     Difusa,
triste y oscura la sombra
que no escucha. Lo sabes.

Tu aliento es cómplice del beso desertor.
                Esa es la verdad.

Retorno

Fotografía: Hiroshi Sugimoto.

Al agua tu sombra:
y me bifurco; me vuelvo sal:
Procuro a tu luz un lugar seguro en este pantano.
Procuro el brillo dentro de mi densa tiniebla.
A tu sombra procuro destellos de luz
y me vuelvo mercurio;
                                 nos hundimos:
acá el sol es un padre frío y distante
que te besa con los dientes.
Entonces, nos volvemos rayo.
                                Buscamos las nubes.
A tu sombra mi sombra: Una tormenta
y nos volvemos frutos, en la marea
que flotan
                y anhelan el bosque.