martes, 23 de diciembre de 2008

El Mundo In vitro 0.04


0.04
I

…como le venía diciendo:
Estas cajas
nos las dan desde que nacemos,
desde que crecemos / aprendemos / nos educamos
maduramos; nos volvemos individuos pensantes
y autosuficientes.

Se vuelve tedioso:
siempre nos dieron la caja esta
y siempre hay que cargarla, siempre:
ahí se meten:
las preguntas importantes
las penas los dolores
las frustraciones y los desencantos;
lo crudo, lo que no se refina, lo impuro.
Allí también se meten:
Las faltas, el ego, las flagelaciones al alma
amontonadas
en frascos tóxicos con un dibujo
de calaverita feliz.


¿Se podrá cargar con tanto peso?
¿Podrá usted?
¿Podré yo?

Da igual.

II

…Y que hay un sitio donde las cajas
se cambian: su peso en Oro (un oro para nada vulgar)

¿Sabrá usted?
¿Ah… sabrá donde está?


Porque aún yo no sé.

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