sábado, 4 de abril de 2009

Al despertar


Foto de Ángel Gomes Espada.

Al despertar, abro las ventanas:
Que entre el aire, que recorra los
contornos, los ángulos, las curvas de tu cuerpo
y se lleve tu aroma
bien lejos.
Que se lleve ese perfume por la puerta
y te lleve consigo en su corriente.
Que te vuelvas vapor
y yo ser fuego, para estar seguros
de no encontrarnos.

Y contigo, espero
que se vaya la culpa.

(Esta vez
cruzas la puerta para no regresar)
Pero, luego seguro y regresas
o yo hago que regreses y entonces…
Sinceramente:
se nos acaban las ventanas
casi ya no nos quedan ventanas
y la ausencia de un sentido para todo esto
le mutila las manos a un concreto presente
y lo vuelve torpe; lo distrae.

4 comentarios:

Angélica dijo...

Lo dicho: ciertas cosas provocan desaparición de ventanas.

Encantada del final.

A

Silvy dijo...

Y que con las puertas? algunas deberían desaparecer. Hay cosas que no valen la pena que entren.

Dark Queen dijo...

Wow, que increíble como me llegaste, es precisamente lo que nos pasa a muchos cuando en silencio esperamos que la espera no devuelva lo que tanto hemos esperado. Mis felicitaciones

Dina Bellrham dijo...

Ay! "casi ya no nos quedan ventanas". Hermano, en estos días de sequía es bueno abrir el grifo y beber los encontrones que me das con "tus" ausencias... malditas ventanas no? yo ando delirando, ya ves como me pongo cuando no escribo nada, la monotonía de las endorfinas y su juerga no va, no va! (ja!)

Duendes!

DB