sábado, 28 de marzo de 2009

El blues que ganó un Oscar



I


Te envuelvo en luces que
me recuerdan a la noche.
Y llueve en la noche
y las gotas al caer parecen estrellas distantes
que al igual que tú
caen allá afuera y no las toco; ni me presienten.

Se dilata la distancia:
Es como los ríos que hace la lluvia
derramándoce en causes que diluyen el suelo.
Desde acá, me parece que te escucho:
te abres camino como una corriente
en medio de la roca
y le erosionas el corazón; le abres una cueva
pero, apenas me doy cuenta
y ya no estás.
Entonces, comprendí:
En una guerra
el sol nunca espera
a que la tregua llegue pronto
(Y el agua se evapora)

II

O se estanca
y se pudre.
De cualquier modo, te vuelves
sombras
ausencias
En todo caso, un recuerdo
malgastado por los amarres del tiempo;
un pretexto de sentimiento. Un acertijo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta tu poesía de-mente.

No sé si te enteraste de esto. Bernard Fougéres escribe sobre los blogs. Tu blog es uno de los que escoge para ejemplicar.

Te dejo el link para que lo revises

http://www.eluniverso.com/2009/01/11/1/1363/0A3397F0B6864B4B95F5C3DB0FD9F358.html

Nos estamos leyendo
Un abrazo

Mafie

Anónimo dijo...

bien por el blues y el oscar, aunque ya sabes que eso del imperio "mesmo", etc etc...

saludos. y ojo con la química!!