Tu labio es como una palabra
que se esconde en el suspiro
de tu claustro,
como disculpándose, siempre
diciéndole a una sombra
su verdad. Difusa,
triste y oscura la sombra
que no escucha. Lo sabes.
Tu aliento es cómplice del beso desertor.
Esa es la verdad.
1 comentario:
Me gustó, mastro. Se está volviendo más lírica su escritura, bien por eso.
Que la musa que inspiró éste texto, lo tenga siempre presente.
Abrazo.
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