miércoles, 19 de septiembre de 2012

En tu claustro.



Tu labio es como una palabra
 que se esconde en el suspiro
                                        de tu claustro,
como disculpándose, siempre
diciéndole a una sombra
su verdad.                     Difusa,
triste y oscura la sombra
que no escucha. Lo sabes.

Tu aliento es cómplice del beso desertor.
                Esa es la verdad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustó, mastro. Se está volviendo más lírica su escritura, bien por eso.
Que la musa que inspiró éste texto, lo tenga siempre presente.
Abrazo.