se contorsiona, se da la espalda, se rasca el pié
se mece en su cuna de fuego de roca fundida
y nos dice al oído
(Su tono de voz es muy hondo
y allá afuera hay mucho bullicio)
Nos dice las cosasy nos agradece
que no guardemos silencio
- ¿Y qué hacemos cuando no sabemos que hacer, cuando no entendemos?
- Se pregunta y se guarda silencio como un niño impaciente.
- ¿Qué de la mente atrofiada de tanto sentido?
¿Qué, entonces, dime qué del que sabe y no hace nada para demostrar su mecanismo?
De las llaves del candado de cartón que cierra las sogas de paja, que se perdió entre las palmas de las manos de quien las sostenían; finalmente, el agua pudrió las cuerdas. ¿De qué está hecho un río, entonces?
- Un río está hecho de las rocas, los mares y los seres que se alimentan de él.
¿Que no guardemos silencio?
Para qué el silencio si aún ni sabemos reconocer los colores
Preferimos, en su caso,
soldar con plomo las ventanas.
©José Ángel Corona
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