martes, 16 de septiembre de 2008

El sueño me habló de tu partida; te ibas, con ese gesto en el rostro: como quien se cansa y se va.

El sueño me habló de tu partida
Te ibas
con ese gesto en el rostro / despidiéndote
como quien se cansa y se va.

Caminaste hasta la puerta
Me miraste con el ademán de susurrarme un abrazo
y cruzaste la puerta con prisa.
Eso sí, no miraste hacia atrás.
Todo
fue muy claro.

Me despierto: madrugada
me pesan las ganas de seguir durmiendo.
Por alguna razón no crucé / esa no era mi puerta
y no te seguí. Me quedé
Al fin y al cabo, quien se iba

eras tú

el alma desertora era tú
con todas tus certezas y silencios.
Al final, quien calló
fuiste tú.

Me duermo: el sueño sigue hablando
pero, ya no más de ti.
Mis parábolas no interceptan tu elipse

mis parábolas no interceptan tu elipse

Y te me vas, con esa musiquita de fondo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Caramba, mastro... usté sabe agregar humor incluso a momentos que no lo tienen.
Tu post debe oírse con fondo de Los Panchos y campaneando un roncito.

Bien por tí. Un saludo.