lunes, 11 de agosto de 2008

Te veo, te escucho y me doy cuenta del sendo sentido de la estupidez

Ni un cigarrito de
hierbas
borraría / no sé,
ni tal vez
disimularía
ante nuestros ojos

tu aguda estupidez.

Desfibrate la voz
a ver si de repente
-por esta vez-
decís algo bueno.

Si no,
no te calles,
pero procuraré / no sé
entonces capáz ni te escuche
por tanto ruido incoherente

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a quien le caiga que se aguante!!

me gustó el poema, mastro, concentradito y certero. irónico.

ah, madé "pal ca" a Asterion. esta vez sin ganas de regresar.

pórtese decente. saludo.

Silvy dijo...

Muy buen texto.
Quien quiere oir que oiga y quien solo blablablee, mejor que se calle.

Un beso

Dina Bellrham dijo...

Mama mía!!! oh si está para dedicarlo!!!! desfibra la voz... MaEstro!

Besito inquilino.

Tu inquilina deudora

D